LOS OLVIDADOS
Emilio nunca pudo imaginar que llegaría a convertirse en parte de aquello
que alguien acabó por llamar
Los Niños de la Guerra o, según otros, La Quinta del Biberón. No podía
imaginarlo porque, sencillamente,la guerra para él no existía. Así que
aquella madrugada del 19 de junio de 1936, el sonido de los disparos era la
señal de que le iban a robar su juventud.
Tras aquel preámbulo inicial de ráfagas de tiros, de aviones sobrevolando la
ciudad, de alarmas que suenan en la profundidad de la noche, Emilio, con 17
años bajo el brazo, y aconsejado por su hermano Alfredo,ingresó
voluntariamente en el cuerpo de Carabineros aún sin tener la edad
reglamentaria, sólo con el objetivo
de permanecer al lado de Alfredo.
Las guerras, además de crueles, mantienen una extraña e ilógica lógica,
siguiendo a pies juntillas los planes que algún comandante o general decide
llevar a cabo. De tal manera que Emilio se encontró con su batallón
de camino a algún lugar que sólo pudo conocer cuando la noche ya hacía horas
que existía. Se montaron en el camión en Barcelona y cuando volvió a pisar
tierra, estaba en un pequeño pueblo entre Olot y Figueres:Tortella. Aquí
estuvieron por espacio de tres días hasta que, viendo que los ataques no
cesaban y que el frente
nacional avanzaba, decidieron partir. Esperaron, Emilio, su hermano y diez
compañeros de su batallón, hasta esa hora oscura de la noche en que su
deambular no fuese presa fácil para los aviones.
Emprendieron su peregrinaje por medio del denso bosque, comprobando, para
asombro suyo, que a medida que avanzaban, se les iban uniendo más personas.
En el pueblo de Tortella les habían dicho que sólo tenían que avanzar en
línea recta y llegarían a tierra francesa. Y ese trayecto en línea recta les
llevó 24 horas
de peregrinaje hasta que, al anochecer del día siguiente, llegaron al pueblo
de Saint Loren de Cerdans.
Como suele pasar ante todo lo desconocido, su presencia creo un ambiente de
inquietud y recelo entre los habitantes galos, temerosos de que aquel grupo
de personas les hiciesen más mal que bien. Así que no es de extrañar que los
tuviesen a todos juntos y controlados en un cerco a la intemperie, hecho que
duró poco ya
que a los dos días les trasladaron a un viejo castillo napoleónico
comprobando que allí llegarían a ser un millar de exiliados.
Las autoridades francesas les dieron a elegir entre tres opciones: ir a
algún país y pedir asilo político siempre y cuando tuviesen a algún familiar
esperándoles; podían regresar a España, en este caso, les aconsejaban que
fueran al sur; o bien, podían entregarse a las tropas franquistas que, bajo
la ley de guerra, al entregarse
voluntariamente, no podrían recibir castigo alguno. Y esto último fue lo que
hicieron Emilio y su hermano Alfredo.
El viaje a España transcurrió en un viejo tren de ganado y cuando las
puertas se abrieron, bajaron para ser trasladados a un campo de prisioneros
de Santander, conocido como la Magdalena. Allí, entre penurias, piojos,
insalubridad y escasa alimentación, Emilio, por ser el más pequeño de los
allí presentes, fue invitado
por el párroco del lugar a cantar en la parroquia, cosa que le permitía una
pequeña evasión a los tormentos diarios. También fue invitado a, en caso de
conocer a alguien del campo de prisioneros con alguna implicación
política o criminal, decirlo. Cabe decir en su honor que jamás lo hizo.
Tres meses después de estar en la Magdalena de Santander y, mediante las
gestiones administrativas de su hermana Conchita, alegando la edad de
Emilio, consiguió su libertad con un pase provisional y la obligación de
entregarse en Barcelona a la Guardia Civil. Jamás lo hizo.
Por eso, cuando la Generalitat decidió honrar, premiar y distinguir a los
presos de la Guerra Civil, ni Emilio ni su hermano constaban en ningún acta.
A pesar de que el olvido está lleno de memoria, se olvidaron de ellos. Lo
paradójico es que yo jamás podré olvidar la historia de Emilio, que es la
historia de muchos.
...............................
Escrito redactado en español que acabo de recibir de la buena amiga Maria
Roda Martínez de Vic, para "colgarlo" en el blog, a pesar de que como ya le
he hecho observar hay alguna inexactid, debido a que "yo tambien estaba en
aquella epoca"
La rebelión no fué en Junio, si no en Julio de 1936 y este señor no puede
ser nunca de la "quinta del biberón" como nos llamaron a los que habíamos
nacido en 1920 y que en 1938 cumpliriamos los 18 año cuando fuimos llamados
a filas. Si el ahora tiene 87 años, yo tengo 90, o sea que en 1936 el debia
de tener 13 años y yo tenia16 y en 1939 cuando terminó la guerra civil el 16
y yo 19 o sea que no me cuadra que a los 17 años entrara como voluntario en
el Cuerpo de Carabineros. Tampoco las "tres invitaciones" del gobierno
francés a los "milicianos españoles", refugiados, son realmente las que el
detalla. y es que la edad a veces no perdona y nos falla la memoria.
Yo tampoco fui invitado, a pesar de haber sido uno de los fundadores de la
ASOCIACION DE EXINMTERNADOS DEL FRANQUISMO EN CATALUÑA, cuando la
Generalidad del "Triste Partido" que nos gobierna, quiso organizar para
honrar, premiar y distinguir a los Exinternados, pués ellos ya saben que
conmigo no cuenten para ir haciendo los monigotes por los Pueblos. El acto
se celebró en Manlleu por que en Vic lo rehusaron si no incluian tambien a
los asesinados por los rojos. En Manlleu solo dieron 4 diplomas, cuando en
esta Comarca de Osona, fuimos más de 400 los que percibimos la indemnización
que por este motivo concedió el gobierno de la Generalidad de Convergencia
en el añó 2000, cuando ahora parece que los actuales se quieren apropiar del
evento que por cierto siempre han sido malos pagadores, Aún nos deben
devolver el 33% del Impuesto del IRPF, cuando el gobierno Central ya nos
devolvió en el 2007 el 66% que ellos habian percibido en su dia y siempre se
hacen el sueco. Acabo de recibir un escrito del Sindico de Agravios de la
Generalidad de Cataluña, donde me da cuenta de las excusas que da nuevamente
el actual gobierno del "Triste Partido" para cumplir con su deber ya que es
ya la ultima gestion que se puede realizar, cuando un Organizsmo Oficial no
atiende las quejas racionales de sus governados...O sea que ellos con su
deplorable sistema....dar tiempo al tiempo
Afectuosdos saludos de
PERE PI CABANES de Sant Hipòlit de Voltregà
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