Georges Clemenceau
(Mouilleron-en-Pareds, 1841 - París, 1929) Político y periodista francés. Como periodista y líder de la izquierda parlamentaria, fue uno de los hombres más influyentes de la política francesa de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Durante su segundo mandato como primer ministro (1917-1919), lideró el esfuerzo de guerra que condujo a Francia al triunfo sobre las potencias del Eje, y desempeñó un papel esencial en las conversaciones de paz que concluyeron en el Tratado de Versalles, consagrándose como una de las figuras más relevantes de la política de su tiempo.
Frases célebres
Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
No hay propiamente edad de la vejez; se es viejo cuando se comienza a actuar como viejo.
Es suficiente agregarle la palabra "militar" para que una palabra con significado lo pierda. Así, la justicia militar no es justicia, la música militar no es música.
El poder: la más completa de las servidumbres.
Eso que llaman verdad no es más que la eliminación de errores.
La vida es un espectáculo magnífico, pero tenemos malos asientos y no entendemos lo que estamos presenciando.
Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra.
Siempre dicen verdad los que están de acuerdo con lo que nosotros creemos.
Todos los cementerios del mundo están llenos de gente que se consideraba imprescindible.
Un hombre absurdo es el que nunca cambia.
La guerra es una serie de catástrofes que da lugar a una victoria.
Un hombre joven que no es un socialista no ha conseguido un corazón; un viejo hombre que es un socialista no ha conseguido una cabeza.
La vida de un hombre es interesante cuando ha cometido errores; es una muestra de que intentó superarse.
La guerra es una cosa demasiado seria para confiársela a los militares.
Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero sólo lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra en verdad bajo tierra.
El gobierno tiene que como misión hacer que los buenos ciudadanos permanezcan buenos y los malos no lo sean.
Los juicios son un asunto demasiado importante como para dejarlo en manos de meros abogados.
Toda tolerancia llega a ser, a la larga, un derecho adquirido
Todo lo que vive, resiste
Gobernar dentro de un régimen democrático sería mucho más fácil si no hubiera que ganar constantemente elecciones.
La diferencia entre un civil y un militar es que el primero siempre puede militarizarse, pero el segundo rara vez puede civilizarse.
La belleza es en la mujer lo que el dinero en el hombre: una fuerza.
La vida es una perseverancia.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada