Dos sacerdotes decidieron ir a Hawai de vacaciones.
Estaban determinados a pasar unas vacaciones de verdad, no usando nada que pudiera identificarlos como clérigos.
Tan pronto el avión aterrizó, se dirigieron a una tienda y adquirieron algunas bermudas, camisetas, sandalias y gafas negras realmente llamativas.
A la mañana siguiente bajaron a la playa vestidos con su atuendo turístico.
Estaban sentados en sus sillas de playa, tomando una cerveza y disfrutando del sol y el paisaje, cuando una rubia despampanante 'que mataba', usando un bikini topless pasó caminando junto a ellos, que no pudieron evitar mirarla con admiración.
Al pasar frente a ellos, la rubia sonrió y dijo: -"Buenos días, Padre", "Buenos días, Padre", saludando y dirigiéndose a cada uno individualmente al hacerlo.
Ellos se quedaron atónitos.
¿Cómo diablos podía ella saber que estaba frente a dos sacerdotes?
De manera que al día siguiente, volvieron a la tienda y compraron prendas aún más llamativas.
Una vez más, con su nuevo atuendo, se sentaron en sus sillas para disfrutar del sol.
Pasado un rato, la misma rubia atractiva, usando un diferente y colorido bikini topless,
volvió a pasar frente a ellos, y una vez más les saludó diciendo
"Buenos días, Padre", "Buenos días, Padre" y comenzó a alejarse.
Uno de los clérigos no pudo evitarlo y dijo:
- "Un momento, señorita"
- "Si, Padre?"
- "Nosotros somos sacerdotes, orgullosos de serlo, pero debo saber cómo es posible que usted sepa que somos clérigos, vestidos como estamos?"
Ella replicó:
- "Padre, soy yo... ¡ la Hermana Catalina !"
dissabte, 29 de juny del 2013
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