567-PARLANT DE PERE VIAPLANA

jueves, 2

Pere Pi Cabanes me ha enviado una carta y una propuesta. Ésta se la he respondido a
el porqué Pedro Viaplana se pasó al Ejército de Franco nivel privado, pero la carta quiero hacerlo de forma pública porque creo que a Pi le gustará saberlo y a Udes, también.

Hace tres semanas les hablé de este que a sus 92 años recién cumplidos dispara sus tiros de francotirador desde la colina del desengaño, si¬tuada en su exilio de Sant Hipòlit de Voltregà. El ex combatiente recuerda en su carta a tres Peres de su quinta: él mismo, que se lío la manta a la cabeza y se fue de voluntario a pegar tiros con 17 años con el ejército republicano, Pere Viaplana y Pere Sala. Los del 20 y por lo tanto de la quin¬ta del biberón. Estos dos Peres se pasaron del bando rojo al nacional en cuanto tuvieron oca¬sión. Y acabada la guerra, los tres continuaron siendo tan amigos. Y Pi se pregunta qué hubiera pasado si se hubieran encontrado cara a cara en el frente...
Pere Pi, me decía en su carta, nunca se atrevió a preguntar a su amigo Sala el porqué se había pasado al enemigo. Yo a Sala no le he conocido y, por lo tanto, no lo sé; pero sí conozco a Pere Viaplana y me ha contado mil y una batallas de la guerra, porque era (me imagino que sigue siéndolo, hoy en su exilio de Cadaqués) su tema de conversación preferido. Bien. De Pere Viapla¬na se puede escribir un libro. Y a nadie le dejaría indiferente. Lástima que no anoté sus recuerdos, porque hoy tendría un guión de cine, pero con¬servo lo más importante en la memoria.
Xavier Solanas

A Pere Viaplana, el invierno del 37 le marcó a fuego. Para muchos granollerenses el día del fuego fue el 31 de mayo de 1938, pero el suyo fue el 17 de enero de 1937. Un mozalbete de 16 años de clase humilde, apuesto y elegante, tenía clase, su padre era el chófer del Sr. Torres Villà. Un tío suyo, Antoni Gorchs, tenía 51 años. Barbero de profesión. No tenía ninguna ideología política, pero criticó mientras afeitaba a sus clientes la decisión del Comité local de perder su barbería en aras de la decisión de crear una Cooperativa del sector. Alguien se chivó, y esa crítica fue su condena de muerte. El temible coche fantasma fue a buscarlo a casa una madrugada, le pegaron un tiro y como unos salvajes le ataron por los pies al coche y la comitiva fúnebre lo arrastró en procesión hasta Llinars. El cuerpo, desfigurado y sanguinolento, quedó irreconocible. El juez orde¬nó a los familiares que acudieran para reconocer el cadáver. La barbarie actuaba de noche. De día, la tramitación legal. Aquel mozalbete de 16 años identificó a su tío. Aquella noche el imberbe Pe- reí se convirtió en Pere, y juró venganza. Cuando en el 38 en la primera ocasión cambió de bando lo tuvo muy claro: se pasó para luchar en Primera Línea de fuego, se alistó en la legión. Desde en¬tonces lleva el emblema grabado en la piel, y en el corazón...

No conozco la historia de Pere Sala, pero sí la de Pere Viaplana. Y la cuento con el respeto del niño que ha escuchado cien veces las batallitas de guerra de su abuelete..

La lliçó catalana
Ha sortit publicat a La Vanguardia un article de Gabriel Magalhaes - perdoneu que a sobre de l'última "a" d'aquest cognom, no hi posi un sig¬ne tot estrany que hi va, ja que al meu ordinador no li tinc- que entre altres coses diu: I aquesta capacitat de tenir un pensament polièdric, com el de Pla, per exemple, falta molt a Europa. Merkel hauria de llegir Pla cada nit abans d'anar-se'n a dormir.
Mare de Déu... si els de Òmniun Cultural s'assabenten que algú alaba Josep Pla, segur que com a mínim, l'excomulgaran.

PERE PI CABANES
Sant Hipòlit de Voltregà