Grecia anuncia nuevas medidas para hacer frente a su crisis: con el aplauso de la UE y del FMI, el Gobierno echará a la calle a 50.000 funcionarios, recortará los sueldos de los restantes y asestará un duro golpe a los ancianos y los más desprotegidos bajando las pensiones y subiendo el impuesto del combustible para las calefacciones. El invierno a la sombra del Olimpo tiene muy mala pinta. Lo de aquí, ya lo estamos viendo: hachazos a la enseñanza, a la sanidad, a la aplicación de la Ley de Dependencia, a la justicia. Congelaciones de salarios públicos, pensiones y ayudas, etc., etc., etc.
Los poderosos se han empeñado en que la mejor manera de ahorrar gastos radica en putear a “los de abajo”. En cambio, no parece que las administraciones ahorren casi nada, por ejemplo, en armamento, grandes edificios, viajes prescindibles, cochazos, fiestorros, comilonas, publicaciones institucionales, invitaciones a actos en papel de primera calidad, derroche de energía eléctrica en despachos y locales o sueldos de altos cargos y asesores, etc., etc., etc.
Claro que todo eso, ya saben, no es más que el chocolate del loro, según nos hacen saber una y otra vez a los “demagogos” que decimos esas cosas. Acabo de enterarme de que los nuevos parlamentarios dispondrán de ordenador fijo + ordenador portátil o iPad + iPhone o BlackBerry + un bono de 3.000 euros anuales para taxis. Sólo en taxis, diputados y senadores se gastarán al año 1.830.000 euros de nuestros impuestos. Una bagatela que no sirve para nada, puro cacao. Aunque me temo que, con tanto chocolate, el loro a estas alturas debe de parecer un Velociraptor…
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Público, 22/09/11
dilluns, 14 de maig del 2012
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