- Las tres formaciones sumaban en 2012 un patrimonio neto negativo de 35 millones
- El partido de Duran debe pagar 10,3 millones en 2014
cuando ingresa 3,1 anuales
Izquierda Unida, Unió
Democràtica de Catalunya (UDC) y la propia Convergencia Democràtica de Catalunya (CDC) encabezan la lista de formaciones políticas que
están en situación de quiebra técnica desde hace al menos cuatro años, según se
desprende del último informe remitido por el Tribunal de Cuentas
al Congreso
de los Diputados al que ha tenido acceso EL MUNDO.
Este organismo público ha concluido la fiscalización del
ejercicio 2012 y es el cuarto consecutivo en el que atribuye un patrimonio neto
negativo a media docena de partidos. El peor desajuste es el de la formación de
Cayo Lara,
con más de 13 millones. Le sigue Unió, con 12,48 millones y CDC, con 9,2
millones de desequilibrio patrimonial.
La relación de quebrados crónicos continúa, aunque a
distancia, con el Bloque Nacionalista Galego (BNG), con
un desequilibrio de 3,7 millones; Iniciativa per Catalunya-Verds
(ICV), con 3,13 millones, y Esquerra Unida i Alternativa, con 77.198
euros.
El resultado general es que los partidos políticos se
repartieron en 2012 unas subvenciones públicas de 273 millones, frente a los
316 millones de 2011, incluidas ayudas electorales. Además, adeudan a la banca
237,6 millones. No solo reciben créditos del sector financiero el PSOE (71,6
millones), el PP (54,3) o el PNV (28), sino partidos como la propia IU (15,1
millones) e ICV (14,2) con un discurso político altamente crítico con la banca.
La cuestión es si empresas que llevan en quiebra técnica cuatro años seguirían
recibiendo créditos bancarios.
Particularmente angustiosa resulta la situación del partido
que lidera Josep
Antoni Duran Lleida. Ingresa unos 3,1 millones de euros anuales entre
subvenciones públicas y financiación privada y adeuda 16,7 millones. "Se
observa que esta formación efectúa la contratación de préstamos con los que
amortiza anticipadamente otros o amplía los existentes", incide el informe
retratando una bola de deuda de la que Unió no logra salir. Y va a tener que
afrontar este año un vencimiento de 10,3 millones.
El Tribunal resume así eufemísticamente, su situación:
"Habida cuenta que los ingresos públicos representan la mayor parte de los
ingresos registrados por la formación, se estima conveniente que el partido
ejecute un plan de saneamiento dirigido a garantizar el cumplimiento de dichas
obligaciones a su vencimiento". Unió arrastra además una deuda vencida de
600.000 euros y ha refinanciado otra de cerca de un millón de euros que data
desde 1996, según el informe.
En cuanto a CiU en conjunto, no hay preocupación. "CiU
no es un partido político, es una federación. Por lo tanto, nunca tendrá
patrimonio neto positivo, porque es una estructura pensada desde el punto de
vista electoral", afirmó el pasado año a este diario el coordinador de
Régimen Interno y Comunicación, Francesc Sánchez. No
obstante, las cuentas del hermano mayor de la coalición, Convergència
Democràtica de Catalunya, que lidera Artur Mas, no están claras.
Un año más, el Tribunal de Cuentas asegura que en 2012 hubo
otros 1,7 millones de euros de ingresos de este partido cuya procedencia no
está justificada. CDC asegura que son servicios que presta a CiU y a
fundaciones vinculadas, pero el órgano fiscalizador sospecha de relación con el
caso
Palau y está a la espera de resolución judicial. También destaca
que el partido del presidente de la Generalitat mantiene su sede embargada como
fianza por este escándalo valorada en 3,2 millones.
Fuente: Diario digital El Mundo (http://www.elmundo.es/) 10/07/2014
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