LA DETERMINACIÓN con la que el Tesoro estadounidense viene actuando
contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales procedentes del crimen
organizado debería servir como ejemplo de voluntad política a la UE para
estrechar el cerco a las entidades financieras y a los países que viven del
dinero procedente de actividades delictivas. Desde el inicio de la crisis, las
acertadas iniciativas de EEUU han sido decisivas para cortocircuitar los
conductos a través de los cuales operan los cárteles de la droga, las mafias
internacionales o los grupos terroristas. Ahí están las multas impuestas a
varias entidades, como la de 1.470 millones, en 2013, al HSBC por ser la
«institución financiera preferida» de los cárteles sudamericanos; la de 2.500
millones al Credit Suisse por ayudar a sus principales clientes a lavar
dinero y defraudar al fisco,-o, finalmente, la acusación al banco andorrano
BPA de representar «una preocupación de primer orden en materia de blanqueo de
capitales», que provocó el martes su intervención por el Gobierno de Andorra y
la de su filial en nuestro país, el Banco Madrid, por el Banco de España.
Según el Tesoro norteamericano, BPA habría diseñado «servicios
financieros a medida» para las mafias rusa y china y habría facilitado el
desvío de fondos procedentes de la petrolera pública venezolana a una red
conectada con cargos del Gobierno de Maduro. Hay que felicitarse de una
iniciativa que supone un paso más en la presión a la corrupción del régimen
chavista y que, indirectamente, puede beneficiar a España.
No hay que olvidar que el juez Pablo Ruz lleva meses pendiente de una
comisión rogatoria para que la Justicia andorrana colabore en la investigación
sobre la fortuna de la familia Pujol, que utilizó el BPA, primero, para
ocultar; y el Banco Madrid, después, para legalizar parte de una fortuna (unos
tres millones de euros) cuyo origen aún está por esclarecer. La intervención,
por tanto, del Banco de España puede servir para romper la oscuridad con la que
ha actuado la filial madrileña del banco andorrano. Comprado en el año 2011
por el BPA por unos 100 millones de euros a Kutxa, el Banco Madrid, que
presenta una tasa de solvencia que triplica a la media del sector, está
especializado en la gestión patrimonial de grandes fortunas, de fondos de
inversión y de sicav. A partir de 2012, año en el que el Gobierno del PP
anunció la amnistía fiscal, ha sido una de las entidades preferidas de las
grandes fortunas para regularizar su relación con Hacienda. Desde entonces, el
patrimonio que administra creció un 100%. Hay que determinar si su éxito se
sostiene sólo sobre la opacidad o si es el producto de una buena gestión. La
dimisión anoche del Consejo de Administración puede facilitar la búsqueda de
indicios de blanqueo por parte del Banco del España. La renuncia se produjo
unas horas después de que el organismo regulador hubiese forzado una auditoría
en la entidad. Sus dos inspectores deberán supervisar de forma exhaustiva las
cuentas del banco, porque son ellos quienes tienen la obligación de comunicar
a la Fiscalía cualquier elemento que conduzca a la sospecha de posibles fraudes
al fisco.
El blanqueo es una lacra contra la que hay que luchar por cuestiones
éticas elementales y porque supone una herramienta indispensable para la
regeneración del sistema financiero. En este sentido, la UE debería apostar
por una legislación más valiente, obligar a las entidades a facilitar el
intercambio de información y aplicar sanciones ejemplarizantes. No es de recibo
que existan paraísos fiscales como Gibraltar o que haya que esperar a
intervenciones exteriores y a decisiones polémicas como la de Falciani para
desenmascarar a los que defienden sin escrúpulos sus intereses.
Publicat al diari EL MUNDO del 12 de Febrer del 2015
I en canvi en Pere Pi
Cabanes hi afegeix: Jo el dia 11, ja vaig
escriure un article, sobre aquest mateix tema, o sigui que demostro, modèstia apart, de que estic més ben informat que no pas el diari EL MUNDO de
CATALUNYA.
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