El President de la Generalitat, Artur Mas, sabe perfectamente que
este diario (El Mundo) no quiere romperle las piernas. Claro que lo sabe. Mas
sabe perfectamente que el lunes podría haber salido diciendo que «el
incremento anómalo» al que hace referencia el informe del Servicio Especial de
Blanqueo de Capitales del Banco de España (Sepblac), por cierto el mismo que
investigó a Rodrigo Rato, era falso y que el incremento del 40% de los últimos años en el grupo informático Seidor desde que trabaja
su cuñado, Juan Antonio Rakosnik, no se ajustaba a la realidad. Pero no lo
hizo. Su respuesta a esta investigación del Banco de España fue que EL MUNDO “le
quiere romper las piernas”.
A estas alturas, la política en general, y los
líderes en particular, y más si son de consolidada inteligencia como Mas,
deberían saber que este tipo de respuestas evidencian una huida de la cuestión
informativa. No habla de la investigación, no cita el Sepblac, no habla del
cuñado, sólo de lo malvados que son los mensajeros que quieren destruirlo.
Distinto a, por ejemplo, como reaccionó la segunda teniente de alcalde de
Barcelona, Sónia Recasens, al conocer el contrato que una empresa municipal
que ella preside adjudicó a una hermana: convocó ayer mismo un consejo de administración para
explicarse. La información se contrarresta con más información.
ÁLEX SALMON
Aquest article ha sortit publicat en un diari nacional el 6 de maig i en
canvi jo ja vaig escriure sobre el mateix tema, el dia abans.
I és que jo i modèstia apart ........el rayo soy, o no voy que
me llevan!
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