Pablo Iglesias dice que los catalanes tienen el derecho a decidir su
futuro y exige la celebración de un referéndum que, incluso, pone como
condición para cualquier pacto de gobierno con otros partidos. Este hombre
ignora que la minoría independentista va disminuyendo, y así se ha visto en
las últimas votaciones del 20-D, y que no desea un referéndum, ni lo ha
deseado nunca porque siempre ha sabido que lo perdería, de acuerdo con el
resultado negativo de tantas encuestas celebradas en los últimos años. Lo que
pretende esta enfermiza minoría es imponer a todos los catalanes una
independencia a la fuerza, y al margen de la Constitución. Dentro de la mente
revolucionaria de Iglesias, se podría entender que apoye directamente la
dañina separación que desea Artur Mas y su clan, pero si insiste en la
celebración de una consulta a todos los catalanes, y se llegara a celebrar, le
va a dar un susto de muerte, y definitivo, a esa minoría independentista, cada
vez más exigua.
Miguel Cámara. Lanzarote
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