EL PROYECTO independentista se ha fracturado
tras la decisión de la CUP de no apoyar la investidura de Artur Mas. Ayer por
la mañana, CDC dejaba muy claro que el partido no está dispuesto a sacrificar a
Mas y que, por tanto, lo que procede es una nueva convocatoria de elecciones.
Por la tarde, Oriol Junqueras, presidente de ERC, comparecía ante los medios
para lanzar el mensaje de que unos nuevos comicios serian un disparate,
apelando a CDC y la CUP a que reanuden las conversaciones hoy mismo.
«El acuerdo
es posible, es factible y tenemos la obligación de buscarlo porque es aquello
que nos encomendaron los ciudadanos. Pedimos a todo el mundo que sea tan
responsable como sea posible», afirmó Junqueras.
En un tono
vehemente, mucho más propio de un mitin político que de una rueda de prensa,
Junqueras subrayó que unas elecciones podrían malograr lo alcanzado hace tres
meses y que lo importante es que haya un Gobierno que asuma la hoja de ruta
soberanista para iniciar ese proceso constituyente que debería acabar en la
proclamación de independencia de Cataluña.
Junqueras fue preguntado de forma reiterada
si ERC estaba de acuerdo en prescindir de Artur Mas como presidente del nuevo
Gobierno a cambio del respaldo de la CUP a otro candidato, pero no quiso
responder la pregunta de forma directa.
Sí pidió que cada uno esté «a la altura de
sus responsabilidades» y subrayó que los intereses de Cataluña están por encima
de cualquier otra consideración, lo que sólo puede ser interpretado como una
sutil invitación a Artur Mas a renunciar a presidir la Generalitat.
En cualquier caso, Junqueras evitó
respaldar expresamente a Artur Mas, como había hecho hasta ahora, limitándose a
insistir que ERC es «fiel con sus compromisos». Su falta de apoyo contrasta con
las propias palabras del presidente en funciones, que horas antes había sentenciado:
«Tengo ganas de plantar cara a Madrid y a las fuerzas de aquí».
Resultan también muy significativas las declaraciones
realizadas por Anna Gabriel, diputada y dirigente muy relevante de la CUP, que
aseguró que su formación votaría de forma «unánime» a Raül Romeva o a Oriol
Junqueras si se presentaran a la investidura, descartando un cambio de posición
sobre Mas.
Sin embargo, la votación del domingo también
ha creado grietas en la CUP, como lo demuestra la dimisión de Antonio Baños,
su líder y portavoz parlamentario, que ayer renunció a su acta de diputado para
expresar su desacuerdo con la decisión de su partido.
¿Volverán a negociar CDC y la CUP? Parece
difícil porque CDC ya dejó claro ayer que Artur Mas es una figura intocable.
La CUP aseguró el 28 de septiembre que no apoyaría su investidura jamás y ha
mantenido ese compromiso. Por ello, no parece probable que se pueda alcanzar en
tres días lo que no se ha podido lograr en tres meses.
La decisión queda, pues, en manos del
propio Artur Mas, como sugirió Junqueras. ERC no le va a pedir formalmente que
renuncie, pero es evidente que la única opción para desbloquear la situación
pasa por ese gesto del líder de CDC de no volver a ser presidente de la
Generalitat.
A juzgar por sus declaraciones de ayer, no contempla esa posibilidad
porque él sigue manteniendo esa dialéctica belicista contra el Gobierno de la
nación, en la que se presenta como campeón de la defensa de los intereses de
Cataluña frente a la agresión del Estado y de «las fuerzas de aquí», o sea,
de la CUP
En el colmo de la cara dura, Josep Rull,
coordinador de CDC, acusó a la CUP de formar parte de «una gran alianza con
los poderes fácticos del Estado». Lo que no se entiende muy bien hoy es por qué
se han plegado a las medidas que pedían sus dirigentes y sus alabanzas a la
formación antisistema.
Esto no hace
más que reflejar el enorme embrollo existente entre los tres partidos indepen-
dentistas, cuyos intereses son cada día que pasa más divergentes. Artur Mas se
jactó de haber obtenido una gran victoria y ahora necesita el respaldo de un
partido que denigra el coordinador de CDC. Así están las cosas en Cataluña,
mientras que el reloj sigue corriendo. Si no hay un acuerdo esta semana, habrá
elecciones.
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