Los responsables de ventas de cualquier empresa
procuran asistir a todas las reuniones que se organizan relacionadas con su
producto para conseguir nuevos contactos y relacionarse con gente que les abra
nuevos mercados.
Artur Mas no tiene espíritu comercial ni
diplomático. No acudir a los actos del 12-0 en Madrid es un error estratégico,
que además pone en evidencia que no se siente presidente del 53% de los
catalanes. No sabe promocionar su negocio ni expandirlo. Pretende que sus
expectativas se desarrollen sin moverse de casa y sin acudir a los centros de
decisión para convencer a unos y a otros, darle impulso a su objetivo y obtener
ideas y sugerencias. Esto significa que no tiene ninguna confianza en lo que
vende.
Hoy en día, para que los stocks no se acumulen en
el almacén es necesario desplazarse, moverse y hablar con todos sin resquemores
y con audacia. Con astucia no, a los astutos se les ve venir de lejos y
producen rechazo.
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